Disney, tópicos y mala educación
Sin fijarme en los detalles, dejando la mente en blanco, las películas disney son bonitas y años atrás diría que son románticas, pero hoy con la experiencia y los conocimientos que tengo, mi opinión es muy diferente.
Nos educan tanto a niños como a niñas, con unos patrones machistas que nos influyen a ambos sexos. ¡Y yo pensaba que a mi no me había influido! Vamos ni que yo estuviera por encima del bien o del mal jajajaja
¿Como me ha afectado a mí? Empecemos...
Mi rol durante toda mi vida, y que ahora estoy desaprendiendo y liberándome de ese lastre, era el de cuidadora en lo general: Todo me sabia mal, todo me daba pena y estaba al servicio de todo el mundo.
En muchas ocasiones me cansaba y sacaba mi genio a relucir, pero en breve me hacían sentir culpable para volver a la senda de la servidumbre en distintos estilos.
Desde pequeña absorbí el mensaje de que sino ayudabas y no estabas al servicio de los demás nadie te iba ha querer. Crecí con mil inseguridades, pensando que era culpable de todo, que no servía para nada y mendigando amor desesperadamente.
Era la cenicienta esperando a un príncipe que me rescatase de una vida asfixiante, de abusos continuos y en el que yo no tenía lugar sino era de esclava.
No me daba cuenta que la única que se podía rescatar y salir de todo eso, era yo misma.
Hasta el próximo post,
La loca del coño
Nos educan tanto a niños como a niñas, con unos patrones machistas que nos influyen a ambos sexos. ¡Y yo pensaba que a mi no me había influido! Vamos ni que yo estuviera por encima del bien o del mal jajajaja
¿Como me ha afectado a mí? Empecemos...
Mi rol durante toda mi vida, y que ahora estoy desaprendiendo y liberándome de ese lastre, era el de cuidadora en lo general: Todo me sabia mal, todo me daba pena y estaba al servicio de todo el mundo.
En muchas ocasiones me cansaba y sacaba mi genio a relucir, pero en breve me hacían sentir culpable para volver a la senda de la servidumbre en distintos estilos.
Desde pequeña absorbí el mensaje de que sino ayudabas y no estabas al servicio de los demás nadie te iba ha querer. Crecí con mil inseguridades, pensando que era culpable de todo, que no servía para nada y mendigando amor desesperadamente.
Era la cenicienta esperando a un príncipe que me rescatase de una vida asfixiante, de abusos continuos y en el que yo no tenía lugar sino era de esclava.
No me daba cuenta que la única que se podía rescatar y salir de todo eso, era yo misma.
Hasta el próximo post,
La loca del coño
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